El hotel está reformado y las habitaciones son muy agradables, con camas cómodas y detalles como un altavoz para escuchar música desde el móvil. La ubicación es inmejorable, con acceso fácil a transporte público y cerca de todo.

La habitación era un poco pequeña.

La insonorización de las ventanas me permitió descansar sin ruidos molestos de la ciudad, lo cual fue una gran ventaja.

El espacio en la habitación era un poco limitado, lo que dificultaba organizar las maletas adecuadamente.

Fue una opción adecuada para unas vacaciones relajadas en Lisboa con una buena relación calidad-precio. La cama era súper cómoda, y dormí genial a pesar del bullicio de la ciudad. Para evitar problemas, asegúrate de preguntar por el parking antes de llegar.

La atención del personal fue excepcional y

nos hicieron sentir como en casa desde el primer momento. La habitación estaba bien equipada, aunque el espacio para el equipaje era un poco limitado. La calidad del desayuno y los detalles de bienvenida fueron agradables sorpresas que realmente apreciamos.

Ubicación céntrica, minibar gratuito, servicio de traslado al aeropuerto.

Las habitaciones son exiguas y no tienen suficiente espacio para el equipaje. La falta de un aparcamiento adecuado es un auténtico dolor de cabeza!!! Podrían mejorar la insonorización, ya que el ruido de la calle es molesto.

Recomiendo para viajeros exigentes

La habitación era excepcional, especialmente la cama. Ni que hablar del desayuno, que es uno de los mejores que he probado. 😎 Disfruté mucho el minibar gratuito que reponían a diario, con agua y jugos, fue un buen detalle.

No fue barato, pero eso no me impidió disfrutar mi estancia.

Maravilloso hotel, ideal si buscas una estadía con atención al detalle, ya que el personal es increíblemente atento y siempre dispuesto a ayudarte con consejos sobre la ciudad.

La habitación tenía una vista espectacular de la ciudad. La limpieza era impecable. El minibar se reponía a diario, lo que me encantó. Siempre había agua y jugos disponibles. Un punto a favor fue la insonorización. dormí muy bien a pesar del ambiente urbano. 😊

la limpieza del hotel es impecable y los detalles son de buen gusto. la habitación era pequeña.

Las habitaciones tienen detalles agradables que mejoran la experiencia, como un altavoz para escuchar música desde el móvil. Además, los upgrades son un buen toque, especialmente si se tiene una vista a la ciudad.

La ubicación para el desayuno en el subterráneo no es muy invitante. hubiera sido mejor tenerlo al aire libre en la terraza del hotel. También, las habitaciones tienden a ser un poco pequeñas, lo que hace más complicado organizar el equipaje.

La habitación era súper cómoda. Tenía ventanas insonorizadas, así que se podía dormir tranquilo a pesar de estar en el centro de la ciudad. La cama era gigante y las almohadas muy acogedoras. Había un montón de detalles, como el minibar gratis que reponían a diario, y todo estaba bien limpio. Además, el kit de baño tenía buenos productos. La decoración era relajante y moderna, la verdad es que me encantó.

una experiencia inolvidable en un hotel con habitación que incluye secador de pelo y plancha.

El hotel tiene una ubicación inmejorable, personal increíblemente amable, y habitaciones con baño espacioso y ducha fabulosa. Perfecto para disfrutar de Lisboa al máximo.

Me encantó mi estancia allí, especialmente el desayuno diario con opciones deliciosas y la amabilidad del personal, que realmente se preocupó por cada detalle, como la nota de despedida en mi idioma.

Este hotel me sorprendió positivamente en muchos aspectos. La habitación era súper amplia y moderna, con una cama gigante y almohadas muy cómodas. La insonorización de las ventanas me permitió dormir tranquilamente, a pesar del bullicio de la ciudad. Me gustó mucho que había un minibar gratuito que reponían diariamente con agua y jugos, un detalle que me encantó. Además, la decoración era relajante y todo estaba limpísimo. La ubicación es inmejorable. a solo unos minutos a pie de la estación de metro, facilitando los desplazamientos por Lisboa. Sin embargo, el único inconveniente fue el olor que a veces provenía del restaurante en la planta baja, aunque, por lo que pude probar, ¡el restaurante era buenísimo! Sin duda, es un lugar para repetir.

Impecable, impecable, impecable.

Desde que llegamos, ya sabía que sería difícil irnos. La decoración del lobby es pura magia, y eso sin mencionar el servicio increíble. João fue un auténtico encanto y nos ayudó en todo. La habitación era perfecta para descansar, y el detalle de la ducha tipo selva me dejó sin palabras. No puedo esperar para volver y disfrutar de nuevo de estos momentos.

lo puedo recomendar ❤️🌟